La gestión de la reputación pública en un contexto de múltiples stakeholders



Image result for stakeholders¿Cómo mejorar la reputación pública de la empresa en un contexto de múltiples stakeholders? En CLC Communications and Public Affairs nos especializamos en gestionar las relaciones públicas de las empresas para mejorar su reputación en un contexto intrincado de stakeholders.

Estos procesos de gestión de la reputación pública de las empresas se caracterizan por su dinamismo y heterogeneidad, en donde confluyen una variedad de stakeholders con diversos intereses, mecanismos de presión y agendas, los cuales buscan influir en la toma de decisiones y entran en una dinámica de competición y cooperación entre sí. Debido a esta diversidad, es de suma importancia un manejo efectivo de la comunicación, donde se clarifiquen las oportunidades de tender puentes y se reduzcan las posibilidades de discordia[1] entre la empresa y los stakeholders, basados en los objetivos estratégicos de la organización.

Los stakeholders que interactúan en la actividad social y comercial de la empresa afectan la reputación pública de la entidad. Un repaso general de los principales stakeholders advierte de su diversidad en términos de organización, intereses y capacidad de presión en las decisiones públicas y constitución de la agenda pública. En el ámbito político-regulatorio destaca el gobierno nacional y local, las agencias reguladoras, legislativas y fiscales, grupos de presión e interés, las organizaciones no gubernamentales, las comunidades, entre otros. En el ámbito administrativo-comercial, destaca los proveedores, colaboradores de la empresa y distribuidores, los accionistas, inversores y consumidores de la marca y las empresas competidoras.

Identificados los diversos tipos de stakeholders, es preciso el uso de técnicas científicas para analizar las relaciones específicas de la empresa en su actividad comercial y el contexto social y político. La gestión de la reputación pública implica transformar la lógica del conflicto entre los diversos stakeholders a través de la interconexión (cooperación), la comunicación y la negociación de acuerdos (diálogo).

Nuestro equipo de asuntos públicos utiliza un conjunto de técnicas verificables y de aplicación práctica como el mapeo de actores clave, la identificación de oportunidades y amenazas (según el tipo de interacción entre actores), la participación en iniciativas y eventos para mejorar la presencia en la red pública, el fortalecimiento de los canales de comunicación entre la empresa y los órganos de gobierno nacional y local, estudios relativos a las necesidades de las comunidades para mejorar la eficacia de la inversión y responsabilidad social empresarial y el diseño de campañas de imágenes con mensajes clave.

El proceso de análisis comienza con la identificación y caracterización de los stakeholders, técnica que permite diseñar una ruta efectiva en los canales de comunicación y en la ejecución de iniciativas y proyectos tendientes a mejorar las relaciones públicas y la reputación. Para cada uno de estos actores, se identifican representantes o personas específicas en el proceso de toma de decisiones y discusión política / regulatoria, con el fin de utilizar un canal de comunicación transparente, eficiente, efectivo y personalizado. Esta transferencia de información genera ventajas estratégicas para la empresa, pues mejora la legitimidad, la cooperación y la confianza mutua entre los stakeholders y la empresa.

Gracias al mapeo de actores, nuestro equipo inicia con el análisis del comportamiento de los stakeholders el cual incluye cuatro pasos: la identificación de la red pública de los stakeholders, la definición de las relaciones (peso y tipo relativos, ya sean internos o externos), la evaluación y el análisis relativo de las expectativas, objetivos, intereses y capacidad de influencia de los stakeholders, y finalmente, un análisis prospectivo de los posibles comportamientos, que basa el diseño de un plan de comunicación y el cálculo de los riesgos y oportunidades[2].

Nuestra consultora tiene experiencia en la elaboración de protocolos para recibir quejas que ha tenido éxito y ha mejorado el flujo de información entre la comunidad / autoridades públicas y la empresa. La pronta resolución de demandas y conflictos con el gobierno nacional / local, las agencias reguladoras y la comunidad tiene beneficios legales (para evitar procedimientos legales costosos y agotables), éticos (relacionados con el cumplimiento de los principios de la empresas) y sociales (basados ​​en la necesidad de promover un diálogo horizontal y constructivo con los stakeholders).

Estos mecanismos de diálogo y de gestión de demandas de stakeholders generan legitimidad y un proceso de gobernanza democrática caracterizado por la apertura de canales de comunicación y redes de confianza mutua (procesos de múltiples stakeholders[3]). La horizontalidad y la cooperación en el proceso ayudan a aumentar las oportunidades para la participación efectiva de la empresa en la toma de decisiones, tanto a nivel del gobierno local como nacional. Este proceso de construcción de alianzas y gestión de controversias es extremadamente dinámico, ya que la multiplicidad de actores cambia su posición (acuerdo, oposición o neutralidad) según el proyecto que se ejecute, la coyuntura económica y política, las necesidades de la comunidad y el impacto socio ambiental de la empresa.

La participación horizontal en procesos de toma de decisiones y voluntad de cooperación a nivel social mejora la reputación de la marca y otorga a la empresa de reconocimiento público a nivel local y nacional, donde se establece como un ciudadano líder en el proceso democrático de construcción de cooperación social y económica[4]. Siguiendo a Gurstein (2013), el proceso de participación de stakeholders mejora la democracia garantizando que las decisiones tomadas reflejen y respondan a las preocupaciones locales (las personas que deben soportar las consecuencias a nivel socio ambiental). Del mismo modo, la inserción de la empresa a nivel nacional y local mediante el diálogo y compliance con las leyes y regulaciones permite un proceso democrático ágil, fluido y donde se concertan las decisiones públicas.

Esta participación pública permite mejorar la reputación y reconocimiento público de la empresa frente a sus públicos meta. Este trabajo se verifica mediante un conjunto de mediciones relativo a un sistema de evaluación, el cual se compone de la aplicación de instrumentos como encuestas, grupos focales (a nivel intra y extra empresa) y entrevistas (cerradas, abiertas, informales, entrevista a expertos). Estas técnicas miden la mejora en la reputación y reconocimiento, monitorean las interacciones proactivas y reactivas con cada audiencia de interés y dan seguimiento al proceso según el enfoque de un stakeholder en particular.
Nuestra experiencia en CLC Communications and Public Affairs en la gestión de la reputación pública en procesos dinámicos con múltiples stakeholders, previene errores de comunicación y resuelve conflictos de forma eficaz, economizando recursos estratégicos de las empresas.

Referencias:

Bevir, M. (2009). Key Concepts in Governance. Chennai, India: Sage Publications, Replika Press Pvt. Ltd.
Davies, P. (2010). Making Evaluation Relevant for Policy and Practice. Recuperado de http://danskevalueringsselskab.dk/sites/default/files/materials/Slides%20conf%202010/Plenum3_2010.PDF.
Gurstein, M. (2013). In defense of multistakeholder process. Recuperado de https://gurstein.wordpress.com/2013/03/21/in-defense-of-multistakeholder-processes/.
Hirsch, A; Shotts, K. (2015). Veto Players and Policy Entrepreneurship. Recuperado de https://www.gsb.stanford.edu/faculty-research/working-papers/veto-players-policy-entrepreneurship.


[1] Autores como Hirsch y Shotts (2015) han advertido de la necesidad de gestionar la relación con múltiples stakeholders, que dado el contexto o la estructura de la toma de decisiones, tienen capacidad de veto sobre la decisión pública (ley, regulación o proyecto de inversión). Estos “jugadores con capacidad de veto” tienen el poder de bloquear la agenda pública, pueden paralizar el diálogo / cooperación, los intereses de la empresa y la posibilidad de cambios regulatorios beneficiosos para la mayoría de stakeholders. (p. 1-2).  

[2] Estos elementos son parte del concepto de policy network explicado por Bevir (2009). Para este autor, la red de política se caracteriza por actores sociales y gubernamentales cuyas interacciones dan lugar a políticas y regulaciones. Las relaciones son de carácter formal (vía institucional) e informal. En este tema, Bevir identifica las issue networks, caracterizadas por la multiplicidad de actores con niveles diversos de recursos, grados de acceso a las instancias públicas, intereses, entre otros, condiciones que agravan las posibilidades de conflicto o disrupciones en la comunicación (p. 156).

[3] Esta posición es sostenida por Gurnstein (2013), el cual destaca los procesos de múltiples stakeholders como altamente dinámicos y de interactividad elevada, lo cual obliga a utilizar estrategias de comunicación ligadas a la gestión de la reputación pública. El autor resalta la importancia de promover una democracia efectiva, basada en la transparencia y estándares de responsabilidad pública.

[4] Davies (2010) propone un modelo de evaluación de políticas públicas en un contexto de gobernanza donde establece los principales elementos para garantizar una política de calidad: efectividad, eficiencia, proceso de implementación,  adaptación de la política (¿permite el cambio?), orientación al servicio (expectativas y necesidades de la ciudadanía), rendición de cuentas, mejora del proceso democrático y confianza entre el gobierno y la ciudadanía. Este modelo es participativo y da guías a las empresas para entender la complejidad del proceso de toma de decisiones y del liderazgo en un contexto de multiplicidad de stakeholders.

Comentarios

  1. La reputación online siempre será de vital importancia, sin duda es un punto muy fuerte a considerar por cualquier empresa.

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