Por Pablo Duncan Linch
La semana pasada terminamos un tiempo extraordinario. Durante agosto, recordamos en Costa Rica los aportes de la cultura afrodescendiente. En medio de las actividades de celebración y reflexión, fue presentado el estudio titulado Afrodescendientes en Latinoamérica: hacia un marco de inclusión, elaborado por el Banco Mundial. Este informe analizada la situación social, política y económica de la población afrodescendiente en la región. Mediante este artículo deseo puntualizar tres ideas relativas a este estudio a partir de mi experiencia profesional. Primero, destaco la necesidad de superar la exclusión educativa de la población afrodescendiente. Segundo, se debe fortalecer la participación de los afrodescendientes en la toma de decisiones mejorando su capacidad de liderazgo. Por último, subrayo el reto de incentivar la participación de los afrodescendientes en puestos gerenciales, tanto en el sector público como en el privado.
Exclusión educativa como límite al desarrollo
Según el informe “al menos uno de cada cuatro latinoamericanos se identifica como afrodescendiente. Constituyen una población enormemente heterogénea (…) [la cual] comparte una larga historia de desplazamiento y exclusión (Banco Mundial, 2018, p. 14). La publicación enfatiza en como la discriminación etno-racial se institucionaliza y obstaculiza el acceso a los mercados, los servicios y los espacios[1] (p. 17). Considero relevante elaborar políticas y programas para revertir el proceso de exclusión educativa, en especial en el caso de las mujeres afrodescendientes, que tienen un promedio más alto de educación que las mujeres de otras etnias y que están en general, en la base de menos ingresos y posiciones gerenciales., que como hice ver hace un par de años en una audiencia en la Asamblea Legislativa de mi país cuando fui invitado en representación de EMPROA.
La exclusión educativa opera a partir de múltiples factores como el fracaso escolar, la pobreza, la falta de oportunidades de empleo formal y la distancia geográfica. En estos elementos es prioritario el análisis del contexto, pues “cada caso de exclusión se produce en un determinado contexto en el que viven las personas excluidas, marcado por la dinámica y las relaciones sociales” (UNESCO, 2012, p. 17).
El estudio establece que los sistemas educativos de la región han sido negligentes en el fomento del reconocimiento de las identidades afrodescendientes y, por el contrario, contribuyen frecuentemente a promover representaciones estereotípicas y folklorizantes. (Banco Mundial, 2018, p. 90). Insertar a estas poblaciones en la ruta del desarrollo económico pasa por mejorar la calidad de la educación y disminuir las brechas entre la educación pública y la privada mediante la evaluación (y ampliación) de las políticas y programas existentes en materia de infraestructura educativa, becas y transferencias económicas, educación con identidad cultural y currículo actualizado a las demandas del mercado.
Liderazgo y participación en la toma de decisiones
El segundo punto refiere al tema del liderazgo y a la participación de la población afrodescendiente en la toma de decisiones públicas. Según el estudio del Banco Mundial, los afrodescendientes continúan subrepresentados en los espacios de toma de decisiones, tanto en la esfera privada como en la pública, en tanto que afrontan numerosos obstáculos para ejercer sus derechos políticos, económicos y culturales (p. 25).
En este punto surge la pregunta de cómo aumentar la participación política, el acceso a los puestos de toma de decisión y al fortalecimiento de las capacidades de liderazgo de la población afrodescendiente. A este respecto, compartimos la posición del informe pues señala que “el diseño de políticas destinadas a cerrar las brechas etno-raciales debe establecer objetivos específicos y atribuir responsabilidades claras para su implementación, que además permitan evaluar su desempeño” (p. 101).
Una medida atinente a este tema es el fortalecimiento de las capacidades técnicas y organizacionales de los afrodescendientes a través de sus asociaciones representativas (…) [puesto que] el reconocimiento [de la problemática] rara vez sucede sin la presión de organizaciones que representan a grupos sociales excluidos (p. 25). Un enfoque de gobernanza es propicio para crear redes de gobierno multinivel, horizontales y locales, donde los grupos sientan más cercanía y capacidad de influencia en el proceso de toma de decisiones. El ámbito de competencia de los gobiernos locales pueden desarrollarse para cubrir áreas como el fomento cultural, gestión ambiental e incluso etapas del proceso educativo de los niños y jóvenes.
De igual manera, deben existir incentivos para la coordinación entre diferentes actores y herramientas que faciliten este proceso (por ejemplo, herramientas para compartir información que posibiliten la cooperación intersectorial, mecanismos de coordinación y una supervisión y responsabilidad de alto nivel)[2] (p. 104).
Acceso de los Afrodescendientes a los puestos gerenciales
Por último, mi experiencia como Socio Director de una empresa en Centroamérica, miembro de Juntas Directivas de Cámaras Empresariales y consultor de asuntos públicos y materia regulatoria me ilustra de la escasez de personas afrodescendientes en puestos de gerencia en empresas líderes y en espacios de decisión en instituciones públicas. Considero importante remarcar esta situación promovida por los dos puntos anteriores: resultado de la exclusión educativa y prejuicios racistas que limitan la participación en los espacios de toma de decisión política.
En este sentido, urge un balance que se puede impulsar desde una red de trabajo y apoyo profesional, en la que las personas no sólo puedan desarrollar sus competencias y sino que reciban respaldo para vencer las barreras artificiales que evitan que pueda acceder a puestos de responsabilidad en la empresa o institución
La tarea pendiente vincula transformar la dinámica étnica-racial de las sociedades latinoamericanas, reformular los roles y comportamientos aprendidos y fortalecer capacidades relativas al liderazgo y al pensamiento estratégico orientados al logro de objetivos a corto, mediano y largo plazo. El reto pedagógico de cómo fomentar estas skills y conocimientos debe discutirse atendiendo a las particularidades culturales de la población afrodescendiente.
El desafío de la situación educativa y de las oportunidades de vida de la población afrodescendiente está diagnosticado por distintos informes nacionales e internacionales. Ampliar, reevaluar y rediseñar las políticas y programas gubernamentales en materia educativa para esta población debe ser una prioridad país desde la experiencia de afrodescendientes en distintos espacios de decisión, sea a nivel ejecutivo, legislativo, público, empresarial, académico y cultural. Al celebrar el día de la persona negra y la cultura afrodescendiente en Costa Rica recordamos sus aportes en todos los ámbitos y que aún existe racismo y exclusión. Parafraseando al Reverendo Martin Luther King debemos seguir avanzando hasta que la justicia fluya como el agua y la rectitud como una poderosa corriente para todas las personas.
Referencias:
Banco Mundial (2018). Afrodescendientes en Latinoamérica: hacia un marco de inclusión. Washington, DC: Banco Mundial. Recuperado de https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/30201.
UNESCO (2012). Lucha contra la exclusión en la educación: Guía de evaluación de los sistemas educativos rumbo a sociedades más inclusivas y justas. Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002170/217073s.pdf.
[1] Por ejemplo, el estudio indica que “los afrodescendientes que poseen títulos de educación terciaria se enfrentan a barreras estructurales que obstaculizan el desarrollo de su carrera” (p. 17).
[2] A este respecto el informe señala que “la clase de intervenciones necesarias para ayudar a los afrodescendientes a romper el ciclo de pobreza no requieren de un gasto gubernamental sustancial o políticas focalizadas específicas, sino de pequeñas modificaciones o cambios de enfoque o alcance de programas preexistentes”. (Banco Mundial, 2018, p. 104).
Exclusión educativa como límite al desarrollo
Según el informe “al menos uno de cada cuatro latinoamericanos se identifica como afrodescendiente. Constituyen una población enormemente heterogénea (…) [la cual] comparte una larga historia de desplazamiento y exclusión (Banco Mundial, 2018, p. 14). La publicación enfatiza en como la discriminación etno-racial se institucionaliza y obstaculiza el acceso a los mercados, los servicios y los espacios[1] (p. 17). Considero relevante elaborar políticas y programas para revertir el proceso de exclusión educativa, en especial en el caso de las mujeres afrodescendientes, que tienen un promedio más alto de educación que las mujeres de otras etnias y que están en general, en la base de menos ingresos y posiciones gerenciales., que como hice ver hace un par de años en una audiencia en la Asamblea Legislativa de mi país cuando fui invitado en representación de EMPROA.
La exclusión educativa opera a partir de múltiples factores como el fracaso escolar, la pobreza, la falta de oportunidades de empleo formal y la distancia geográfica. En estos elementos es prioritario el análisis del contexto, pues “cada caso de exclusión se produce en un determinado contexto en el que viven las personas excluidas, marcado por la dinámica y las relaciones sociales” (UNESCO, 2012, p. 17).
El estudio establece que los sistemas educativos de la región han sido negligentes en el fomento del reconocimiento de las identidades afrodescendientes y, por el contrario, contribuyen frecuentemente a promover representaciones estereotípicas y folklorizantes. (Banco Mundial, 2018, p. 90). Insertar a estas poblaciones en la ruta del desarrollo económico pasa por mejorar la calidad de la educación y disminuir las brechas entre la educación pública y la privada mediante la evaluación (y ampliación) de las políticas y programas existentes en materia de infraestructura educativa, becas y transferencias económicas, educación con identidad cultural y currículo actualizado a las demandas del mercado.
Liderazgo y participación en la toma de decisiones
El segundo punto refiere al tema del liderazgo y a la participación de la población afrodescendiente en la toma de decisiones públicas. Según el estudio del Banco Mundial, los afrodescendientes continúan subrepresentados en los espacios de toma de decisiones, tanto en la esfera privada como en la pública, en tanto que afrontan numerosos obstáculos para ejercer sus derechos políticos, económicos y culturales (p. 25).
En este punto surge la pregunta de cómo aumentar la participación política, el acceso a los puestos de toma de decisión y al fortalecimiento de las capacidades de liderazgo de la población afrodescendiente. A este respecto, compartimos la posición del informe pues señala que “el diseño de políticas destinadas a cerrar las brechas etno-raciales debe establecer objetivos específicos y atribuir responsabilidades claras para su implementación, que además permitan evaluar su desempeño” (p. 101).
Una medida atinente a este tema es el fortalecimiento de las capacidades técnicas y organizacionales de los afrodescendientes a través de sus asociaciones representativas (…) [puesto que] el reconocimiento [de la problemática] rara vez sucede sin la presión de organizaciones que representan a grupos sociales excluidos (p. 25). Un enfoque de gobernanza es propicio para crear redes de gobierno multinivel, horizontales y locales, donde los grupos sientan más cercanía y capacidad de influencia en el proceso de toma de decisiones. El ámbito de competencia de los gobiernos locales pueden desarrollarse para cubrir áreas como el fomento cultural, gestión ambiental e incluso etapas del proceso educativo de los niños y jóvenes.
De igual manera, deben existir incentivos para la coordinación entre diferentes actores y herramientas que faciliten este proceso (por ejemplo, herramientas para compartir información que posibiliten la cooperación intersectorial, mecanismos de coordinación y una supervisión y responsabilidad de alto nivel)[2] (p. 104).
Acceso de los Afrodescendientes a los puestos gerenciales
Por último, mi experiencia como Socio Director de una empresa en Centroamérica, miembro de Juntas Directivas de Cámaras Empresariales y consultor de asuntos públicos y materia regulatoria me ilustra de la escasez de personas afrodescendientes en puestos de gerencia en empresas líderes y en espacios de decisión en instituciones públicas. Considero importante remarcar esta situación promovida por los dos puntos anteriores: resultado de la exclusión educativa y prejuicios racistas que limitan la participación en los espacios de toma de decisión política.
En este sentido, urge un balance que se puede impulsar desde una red de trabajo y apoyo profesional, en la que las personas no sólo puedan desarrollar sus competencias y sino que reciban respaldo para vencer las barreras artificiales que evitan que pueda acceder a puestos de responsabilidad en la empresa o institución
La tarea pendiente vincula transformar la dinámica étnica-racial de las sociedades latinoamericanas, reformular los roles y comportamientos aprendidos y fortalecer capacidades relativas al liderazgo y al pensamiento estratégico orientados al logro de objetivos a corto, mediano y largo plazo. El reto pedagógico de cómo fomentar estas skills y conocimientos debe discutirse atendiendo a las particularidades culturales de la población afrodescendiente.
El desafío de la situación educativa y de las oportunidades de vida de la población afrodescendiente está diagnosticado por distintos informes nacionales e internacionales. Ampliar, reevaluar y rediseñar las políticas y programas gubernamentales en materia educativa para esta población debe ser una prioridad país desde la experiencia de afrodescendientes en distintos espacios de decisión, sea a nivel ejecutivo, legislativo, público, empresarial, académico y cultural. Al celebrar el día de la persona negra y la cultura afrodescendiente en Costa Rica recordamos sus aportes en todos los ámbitos y que aún existe racismo y exclusión. Parafraseando al Reverendo Martin Luther King debemos seguir avanzando hasta que la justicia fluya como el agua y la rectitud como una poderosa corriente para todas las personas.
Referencias:
Banco Mundial (2018). Afrodescendientes en Latinoamérica: hacia un marco de inclusión. Washington, DC: Banco Mundial. Recuperado de https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/30201.
UNESCO (2012). Lucha contra la exclusión en la educación: Guía de evaluación de los sistemas educativos rumbo a sociedades más inclusivas y justas. Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002170/217073s.pdf.
[1] Por ejemplo, el estudio indica que “los afrodescendientes que poseen títulos de educación terciaria se enfrentan a barreras estructurales que obstaculizan el desarrollo de su carrera” (p. 17).
[2] A este respecto el informe señala que “la clase de intervenciones necesarias para ayudar a los afrodescendientes a romper el ciclo de pobreza no requieren de un gasto gubernamental sustancial o políticas focalizadas específicas, sino de pequeñas modificaciones o cambios de enfoque o alcance de programas preexistentes”. (Banco Mundial, 2018, p. 104).
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